Ni día, ni noche
La pieza forma parte de la serie La caída, que aborda la noción del absurdo de la condición humana mediante la representación de figuras vencidas por su propio peso, minimizadas por su entorno o diluidas en el paisaje. Me interesa ahondar en el gesto corporal de hacer y deshacer, como metáfora del acto vital de errar, repetido cíclicamente, volviendo siempre al punto inicial.